¿Qué son lazos kármicos y cómo los identifico?
Los lazos kármicos son conexiones energéticas entre individuos que se originan en vidas pasadas y se manifiestan en la vida actual, a menudo con el propósito de resolver lecciones pendientes o patrones repetitivos.
Suelen ser relaciones intensas, con dificultades para entenderlas y romperlas, aunque detrás de ello hay oportunidades de crecimiento y transformación

Si el lazo kármico es con la pareja, se puede sentir mucho apego, dependencia y falta de libertad. Si es con otra persona cercana, se puede tener un sentimiento obsesivo y estar pensando siempre en la persona.
Si se tiene pareja y el lazo kármico es con otra persona, muchas veces se pueden generar interferencias y ser la principal causa de que no funcione la relación y haya una separación.
¿Cómo se generan los lazos kármicos?
Cuando hay lazos kármicos, generalmente hay promesas de amor, unión o lealtad hechas en vidas pasadas-simultáneas que afectan a nuestras relaciones en el presente. Nos hacen sentir atados a personas o lugares y no nos permiten tener “LIBERTAD”.
Por ejemplo, si en una vida pasada-simultánea sucede algunas de las siguientes situaciones:
a) Un padre de un niño donde el niño muere por su culpa. El padre en el momento de la muerte hace una promesa: “Siempre te protegeré y estaré contigo”.
b) Dos enamorados, las familias no quieren que estén juntos; ellos hacen una promesa de que “siempre nos amaremos y estaremos juntos”.
Aunque esto no suceda en la encarnación presente, las promesas hechas en otras vidas quedan vigentes. Y cuando las dos almas vuelvan a reencontrarse en esta vida, la promesa se vuelve a activar entre los dos.
¿Cómo saber si hay lazos kármicos?
En estos vínculos suelen estar presentes las siguientes sensaciones, que muchos llegan a confundir con un reencuentro con "almas gemelas":
Conexión instantánea
Sentimiento de familiaridad o conexión profunda desde el primer encuentro.
Montañas rusas emocionales
Momentos intensos que alternan entre conflictos y reconciliaciones constantes.
Patrones repetitivos
Dificultad para romper ciclos de comportamiento negativos o situaciones problemáticas.
Sensación de deuda
Sentimiento de obligación o compromiso inexplicable con la otra persona.
Absorción de energía
Sentimiento de que la otra persona agota tu energía o te hace sentir inseguro.
Apego y dependencia
Sensación de que no se puede vivir sin la otra persona y dificultad para actuar de forma independiente.
¿Los lazos kármicos son lo mismo que los cordones energéticos?
Existen diversos tipos de lazos; algunos pueden provenir de vidas pasadas o de situaciones específicas que hemos experimentado en otras encarnaciones, mientras otros lazos se forman en las interacciones que tenemos en nuestra vida presente.
Por lo general, establecemos lazos energéticos con las personas con las que nos relacionamos, incluso con sitios y objetos a los que nos apegamos. Sin embargo, no todos son lazos kármicos.
Solemos crear cordones con nuestros amigos, familiares y parejas. Dependiendo de las energías discordantes o armoniosas que se manifiesten en la relación, esos cordones son sanos o tóxicos.
Lo ideal es que sean armoniosos, aunque en ocasiones surgen diferencias o problemas que, en caso de prolongarse, van generando cordones tóxicos.
A medida que esos vínculos se complican, van generando una especie de malla enredada en el campo energético que puede convertirse en un lazo kármico, es decir, que puede reactivarse en una encarnación futura en la que nos volvemos a encontrar con esa alma.

De ahí la importancia de limpiar y cortar cordones de forma periódica, una vez detectemos que nuestros vínculos con las personas se hacen complejos por discordias y altibajos emocionales. De esta forma, evitamos que el cordón se convierta en un lazo kármico.
Lo ideal es que sean armoniosos, aunque en ocasiones surgen diferencias o problemas que, en caso de prolongarse, van generando cordones tóxicos.
A medida que esos vínculos se complican, crean una especie de malla enredada en el campo energético que puede convertirse en un lazo kármico, es decir, que puede reactivarse en una encarnación futura en la que nos volvemos a encontrar con esa alma.
De ahí la importancia de limpiar y cortar cordones de forma periódica, una vez detectemos que nuestros vínculos con las personas se hacen complejos. De esta forma, evitamos que el cordón se convierta en un lazo kármico.
Realiza el Ejercicio para cortar cordones
¿Se pueden disolver los lazos kármicos?
Cortar un lazo kármico es un proceso complicado, pero también de gran valentía, ya que se necesita fuerza y voluntad para determinar cuándo nuestra relación con alguien o un lugar no es saludable y necesita cambiar o ser cortada.
En la mayoría de los casos, los lazos kármicos nos dejan una enseñanza y nos guían en nuestra vida terrenal y espiritual.
Como nos enfrentamos a un vínculo que viene de vidas pasadas, se debe tener conciencia del apego espiritual con la persona o el lugar y, para luego realizar un procedimiento energético.
Lo más importante es reconocer al patrón y entender que se está en una relación kármica y que hay lecciones que aprender.
Este proceso ayuda a "desenredar la malla", identificando los cordones tóxicos (energía discordante) y los cordones sanos (energía armónica) que nos conectan con el otro. Ambos suelen estar mezclados, aunque llega un momento en que los tóxicos contaminan todo.
Para ello es importante reconocer lo bueno del vínculo y separarlo de lo negativo. A partir de ahí se pueden realizar unos primeros ejercicios para disolver cordones o colocar filtros. Esto no significa que se aleje definitivamente a la persona. Es el caso de lazos kármicos entre familiares muy cercanos o en parejas que tengan hijos en común.
Paralelamente, trabaja en lo siguiente:
Establecer límites
Pon esfuerzo en la autoobservación y en evitar las discusiones, definiendo límites emocionales y energéticos, respetando el espacio del otro y haciendo que se respeten los propios de forma armoniosa.
Aceptar la lección
Reflexiona sobre lo que la relación te está enseñando y trabaja en el crecimiento personal.
Buscar ayuda terapéutica
De ser necesario, considera la terapia y la guía espiritual para comprender y sanar las emociones. Mediante un trabajo personal de voluntad se puede liberar el lazo kármico.
Liberar el vínculo
Sigue haciendo decretos y ejercicios de forma constante para la solución de conflictos a fin de estar en paz con la persona, aun cuando se tenga que mantener la relación a largo plazo.
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