Inconsciente colectivo y atención consciente

En muchas ocasiones, desde que me he dedicado a estudiar temas esotéricos y espirituales, he escuchado hablar del inconsciente colectivo y lo entendía desde el punto de vista teórico, siempre recordando que en mis estudios de secundaria me mencionaron al creador del concepto: Karl Jung.
Sin embargo, nunca se me había ocurrido ver el asunto desde el punto de vista práctico en mi vida diaria, aunque el término es bastante mencionado en libros de
autoayuda, e incluso muchas recomendaciones para el desarrollo de la conciencia personal hablan de "estar atento y aprender a controlar las influencias del inconciente colectivo, como fórmula para superar las limitaciones".


Imaginaba ese inconciente colectivo como algo abstracto y lejano, a pesar de que se dice que todos vivimos inmersos en esa inconciencia. “Pero si estaba dedicada a mi crecimiento espiritual podía salirme de ese inconciente”, pensaba yo.

La experiencia me ha indicado algo distinto. En cualquier momento y cuando menos lo pensamos podemos dejarnos llevar por el inconsciente colectivo.

Las ideas que parecen lógicas y buenas según lo que establece las pautas sociales, lo que me enseñó la abuela, lo que está de moda, lo que hace la mayoría, los consejos típicos de familiares, compañeros, vecinos y amigos y hasta lo que vemos en TV, fácilmente nos impregna de ese inconsciente.

Es interesante este tema porque casi todos los miedos que nos abruman y que terminan manifestándose en nuestra realidad provienen del inconsciente colectivo.

Hay muchos ejemplos: el tema de la inseguridad, los asaltos, los atracos y los secuestros son noticias de primera plana en los medios de comunicación, sobre todo en Venezuela.

La gente "disfruta" relatando y haciendo cadenas para alertar acerca de los nuevos métodos que implementa el hampa. "Es necesario conocerlos para prevenir", dicen unos y puede que tengan parte de razón; pero viéndolo desde el punto de vista esóterico lo que hacemos con eso es magnificar y afianzar ese temor en el inconsciente colectivo, desde donde se manifiesta y se concreta cada vez más en el mundo real, a medida que es invocado por el temor de las personas. 


Otro ejemplo clásico de cómo manifestamos nuestros temores en la realidad, es el tema del dinero. Todos ansiamos tenerlo y nos preocupamos cuando es escaso.

El anhelo de ser ricos es socialmente muy aceptado. Lo normal es que trabajemos y nos esforcemos diariamente con el afán de ganar riqueza, cargos, poder…

Como todos, también necesito ganar dinero para mis sutento, pues es el medio de obtener los bienes que necesitamos; aunque con el tiempo me he dado cuenta de que cuando realizo mis actividades con gusto y dedicación, olvidándome de las ganancias, el dinero fluye más hacia mí.

Sin embargo, sin saber cómo y porqué, últimamente me había vuelto a preocupar por el dinero, comparándome con quienes tienen más ingresos y status, pensando que yo también lo merecía.

Comencé a planificar la forma de lograr ese deseo, e inmediatamente sufrí los estragos del estrés en mi cuerpo. Sorprendida por esos resultados, me dediqué a indagar lo que estaba pasando.

Después de conversar con una amiga y meditar sobre el asunto, concluí que estaba poniendo mi atención e intención en proyectos que no eran “mis reales deseos”, porque las actividades que planificaba para “ganar más”, no son las que más disfruto hacer.

Cuando comprendí esto, mi ser interno trajo a colación el tema del inconciente colectivo. ¿De dónde me habían vuelto las preocupaciones económicas, cuando no estaba pasando por una verdadera crisis?

Pues de ese famoso inconciente colectivo que se manifiesta en las conversaciones diarias, en los ambientes laborales, en la calles, en todos los medios de comunicación y en lo que dicen los vecinos y compañeros.

Todo el mundo a nuestro alrededor habla de problemas económicos, del sueldo que no alcanza, de la inflación, y de “partirse el lomo” por los reales, poniendo su atención en la falta de dinero; y de igual manera yo también estaba colocando mi atención en la escasez, intentando obtener más ingresos realizando actividades que me desviarían de mi real proyecto de vida.

La experiencia me mostró cómo participamos del inconciente colectivo y cómo sutilmente nos hace buscar y luchar por cosas que verdaderamente no queremos. La clave para no dejarse llevar está en “poner la atención consciente en nuestra vida diaria”.

¿Qué es atención consciente?

1.- La atención consciente en las cosas.

2.- La atención consciente en uno mismo (en nuestros movimientos, sentimientos y pensamientos.

3.- La atención consciente en los demás.

4.- La atención consciente en la realidad.

Estar atentos en estos  niveles nos permite combinar los cuatro tipos de atención consciente, a fin de elevar nuestra vibración, colocarnos fuera del inconsciente colectivo para manifestar mejores circunstancias en nuestra vida.

El tema también es materia de estudio en textos psicológicos de autoyuda, coaching y liderazgo, donde se plantean las siguientes fases:



"Atención consciente significa prestar atención de manera intencional a lo que experimentamos en el momento presente, con una actitud de curiosidad, apertura, y aceptación, sin juzgar, sin evaluar y sin reaccionar automáticamente a la propia experiencia. Cultivar la atención consciente nos conduce a vivir en un estado de presencia, a estar más conscientemente en todo aquello que nos ocurre. Es un modo de ser o de estar en la vida en el que somos conscientes de lo que hacemos, pensamos o sentimos, momento a momento."



La idea es darnos cuenta de cómo nuestras acciones, sentimientos y pensamientos ponen en marcha las situaciones de nuestra vida.

Tradicionalmente, es un tema de amplio estudio en el budismo, por lo que muchas de sus meditaciones tienen como meta alcanzar la "atención perfecta". Por ello se han determinado 4 niveles de atención:



■Conciencia de la ACCIÓN: ¿Qué actividad física estoy realizando?. ¿Qué acción o actividad estoy realizando? ¿Qué estoy haciendo con mi cuerpo y con mi mente? Mi intención es acorde a mi acción? Busco DIFERENCIAS, CAMBIOS Y NOVEDADES en lo que estoy haciendo.


■Conciencia CORPORAL: Cómo está mi cuerpo? ¿Cómo es mi posición corporal?. Verifico mis sensaciones internas y sensaciones táctiles externas. ¿Cómo está mi energía?. Realizo un esquema corporal, o sea una representación de mi cuerpo. Busco DIFERENCIAS, CAMBIOS Y NOVEDADES en mi cuerpo.

■Conciencia SITUACIONAL: Qué personas hay en mi entorno?, Qué intenciones tienen? En qué lugar estoy? Me oriento. ¿Qué está sucediendo, cómo me afecta y qué puedo hacer? Personas, Objetos, Tiempo, Lugar, Interacción = Conciencia Situacional. Busco DIFERENCIAS, CAMBIOS Y NOVEDADES en la situación.





Escrito por Glenda González.
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